martes, 31 de agosto de 2010

EL PUNTO GORDO O AGUJERO NEGRO

A veces algo sorprendente puede ocurrir y somos capaces de estropearlo por nuestra limitada inteligencia. En este caso, el oficinista, cae en la tentación hasta perderse en ella. Un buen corto de ficción.

viernes, 27 de agosto de 2010

EL AMOR NO ES UN JUEGO DE NIÑOS

Es improbable que podamos "ofertar" una experiencia así, en directo, a nuestras jóvenes. Es improbable que todas entendieran el mensaje y no pensarán "a mí no me pasará". Es improbable que erradiquemos  la violencia de género con cortos como este, pero... creo que es importante que sumemos fuerzas y lo intentemos por todos los medios. Educar es prevenir. ¿Nos implicamos todos y todas? A por ello!!!!!!

miércoles, 25 de agosto de 2010

IGLESIA, ¿SE LA PUEDE CUESTIONAR O ES INTOCABLE?

Mi amigo Joselu, colgaba un comentario en mi blog y me remitía a un post que él había colgado en el suyo, bastante bueno por cierto - http://joselure.wordpress.com/ -.Lo he recogido. Es de Juan Jose Tamayo, publicado en el País. Creo que es de lectura “imprescindible”. Se puede ser creyente, pero ello no implica ser ni estúpido, ni ciego ante la realidad. Sigo diciendo que Jesús de Nazaret no creo que compartiera lo que la Iglesia ha ejecutado a lo largo de la historia. Creer en Jesús, no es decir amén a lo que los hombres han hecho en su nombre.

Silencios ominosos, condenas inmisericordes
La Iglesia católica del siglo XX, que legitimó tantas dictaduras y mantuvo en secreto la pederastia de algunos de sus miembros, ha sido implacable con aquellos teólogos de honestidad intachable que se atrevieron a disentir

JUAN JOSÉ TAMAYO 14/08/2010
Silencios ominosos y condenas inmisericordes. Esa ha sido la actitud del Vaticano y de buena parte de la jerarquía católica durante los últimos 70 años. Silencios ominosos ante masacres y crímenes contra la humanidad y sus responsables. Condenas inmisericordes contra teólogos y teólogas, sacerdotes, obispos, filósofos, escritores -cristianos o no- por ejercer la libertad de expresión y atreverse a disentir; condenas todas ellas contra toda lógica jurídica, que establece que "el pensamiento no delinque". Silencios ominosos sobre personas sanguinarias, ideologías totalitarias y dictaduras militares con las manos manchadas de sangre. Condenas inmisericordes a hombres y mujeres de manos limpias, de honestidad intachable, de ejemplaridad de vida.
El más grave de esos silencios fue, sin duda, el de Pío XII ante los seis millones de judíos, gitanos, discapacitados, homosexuales, transexuales, gaseados y llevados a las piras crematorias de los campos de concentración del nazismo. Ya antes, siendo secretario de Estado del Vaticano firmó, en nombre de Pío XI, el Concordato Imperial con la Alemania nazi bajo el Gobierno de Hitler. Ahí comenzó su complicidad con el nazismo. Uno de los intelectuales más madrugadores en la denuncia de tamaño y tan ominoso silencio fue el dramaturgo alemán Hochulth en su obra de teatro El Vicario, estrenada en 1963.
En 1953 Pío XII firmó un Concordato con Franco, legitimando la dictadura, mientras guardaba silencio sobre la represión franquista después de la guerra civil, que costó decenas de miles de muertos.
Un año más tarde hacía lo mismo con el dictador Rafael Trujillo, presidente de la República Dominicana, sin condenar sus abusos de poder y sus crímenes de Estado.
En la década de los cuarenta del siglo pasado, el cardenal Emmanuel Célestin Suhard, arzobispo de París, autorizó a algunos sacerdotes y religiosos a trabajar en las fábricas. El dominico Jacques Loew lo hizo como descargador de barcos en el puerto de Marsella. Monseñor Alfred Ancel, obispo auxiliar de Lyon, fue cura-obrero durante cinco años. La experiencia fue inmortalizada por Gilbert Cesbron en la novela Los santos van al infierno. Pero pronto se frustró. Los sacerdotes obreros fueron acusados de comunistas y subversivos, cuando lo que hacían era dar testimonio del Evangelio entre la clase trabajadora alejada de la Iglesia y descreída, compartiendo su vida y sus penalidades, identificándose con sus luchas, ganando el pan con el sudor de su frente. En vez de hacer oídos sordos a las acusaciones, Pío XII las dio por ciertas y pidió a los sacerdotes que abandonaran el trabajo en las fábricas y se reintegraran en el trabajo pastoral en las parroquias y a los religiosos que se incorporaran a sus comunidades, al tiempo que ordenaba a los obispos franceses que enviaran a los sacerdotes obreros a los conventos para ser "reeducados".
Otro largo, ominoso y cómplice silencio ha sido el guardado ante los abusos sexuales de sacerdotes, religiosos y obispos con niños, adolescentes y jóvenes a lo largo de más de medio siglo en parroquias, noviciados, seminarios, casas de formación, curias religiosas y casas de familias de numerosos países, abusando de la autoridad del cargo y de la confianza depositada por los padres en ellos.
Hasta el Vaticano llegaron las denuncias contra el fundador de La Legión de Cristo, el mexicano Marcial Maciel. Pero no fueron tenidas en cuenta o fueron archivadas. Lo que le daba a Maciel patente de corso para seguir cometiendo crímenes sexuales contra personas vulnerables e indefensas abusando de su poder e influencia como fundador y del apoyo de los papas y de los obispos.
Condena inmisericorde fue la que cayó, como una losa, contra la Nouvelle Théologie en la encíclica Humani generis (1950), de Pío XII, seguida de sanciones contra los teólogos más representativos de dicha tendencia: Henry de Lubac, Karl Rahner, Yves M. Congar, Dominique Chenu... ¿Delito? Hacer teología en diálogo con la modernidad, buscar la unidad de las Iglesias a través del ecumenismo, enterrar definitivamente las guerras de religión. ¿Sanciones? Censura de publicaciones teológicas, destierros (Congar, luego cardenal, sufrió tres destierros), prohibición de escribir y de predicar, expulsión de las cátedras, colocación de algunas de sus obras en el Índice de Libros Prohibidos y retirada de las bibliotecas de los seminarios y facultades de teología, expulsión de las congregaciones religiosas, y, a veces, cárcel.
Unos meses antes de que Juan XXIII inaugurara el concilio Vaticano II, el cardenal Alfredo Ottaviani, que ejercía de Gran Inquisidor al frente de la Congregación del Santo Oficio, dirigió a los obispos de todo el mundo la carta Crimen sollicitudinis, en la que instruía sobre las medidas a tomar en determinados casos de abusos sexuales por parte de los clérigos: exigía que fueran tratados "del modo más reservado" los casos de solicitud en la confesión e imponía "la obligación del silencio perpetuo". Más aún, a todas las personas involucradas en dichos casos (incluidas las víctimas) se las amenazaba con la pena de excomunión en caso de no observar el secreto. El silencio se mantuvo durante los pontificados de Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II y Benedicto XVI hasta hace unos meses.
Con el concilio Vaticano II pareciera que se iban a contener las sanciones y se iba a levantar el velo de silencio contra los crímenes de lesa humanidad. Pero no fue así. Con motivo de la publicación de la encíclica Humanae vitae (1968), de Pablo VI, que condenaba el uso de los métodos anticonceptivos, se produjeron nuevos procesos, censuras, prohibiciones y condenas contra los teólogos que disintieron. Dos ejemplos emblemáticos: Edward Schillebeeckx y Bernhard Häring, asesores del Vaticano II e inspiradores de algunos de sus textos renovadores, fueron sometidos a severos juicios por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Mientras se endurecían las condiciones de los procesos eclesiásticos en manos del Santo Oficio (aceptación de denuncias anónimas, indefensión del reo ante los tribunales eclesiásticos, las mismas personas que instruían el proceso eran las que juzgaban y condenaban, imposibilidad de apelación...), el mismo organismo vaticano imponía silencio sobre los crímenes de pederastia, protegía a los culpables, los absolvía sin ningún propósito de la enmienda y, como mucho, les daba un nuevo destino pastoral, a veces sin siquiera avisar de las verdaderas razones del traslado a los obispos y sacerdotes vecinos.
En la carta De delictis gravioribus, de 2001, el cardenal Ratzinger ratificaba el silencio impuesto por el cardenal Ottaviani 40 años atrás. Mientras tanto, en numerosos documentos condenaba la homosexualidad, considerando "objetivamente desordenada" la mera inclinación homosexual y "moralmente inaceptables" las relaciones homosexuales, y exigiendo la expulsión de los candidatos al sacerdocio homosexuales de los seminarios. Hace unos días fue expulsado de la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino de Roma el teólogo alemán David Berger por hacer pública su homosexualidad. Mientras la mantuvo en secreto, no hubo problemas. ¡El cinismo vaticano no tiene límites!
Recientemente la Congregación para la Doctrina de la Fe ha hecho algunas modificaciones al documento de 2001 que, bajo la apariencia de endurecer las penas, empeoran las cosas al calificar como delitos graves y punibles la ordenación sagrada de las mujeres, la apostasía, la herejía y el cisma al mismo nivel que la pederastia.
Para el Vaticano, afirma la teóloga feminista Rosemary Redford Ruether, "intentar ordenar a una mujer es peor que el abuso sexual de un niño. El abuso sexual de un niño por un sacerdote es un desliz moral deplorable de un individuo débil... El intento de ordenar a una mujer es una ofensa sexual, una contradicción de la naturaleza del Orden Sacerdotal, un sacrilegio, un escándalo". Otra condena inmisericorde más contra las mujeres, mayoría silenciada en la Iglesia católica. ¿Hasta cuándo?


Juan José Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Teología de la liberación en el nuevo escenario político y religioso (Tirant Lo Blanc, Valencia).

martes, 24 de agosto de 2010

La lapidación de Sakineh Mohammadi Ashtiani . EL PODER DE LAS VOCES

La noche del 11 de Agosto de 2010, se emitió un video por la televisión iraní, donde Sakineh Mohammadi Ashtiani  se declaraba culpable de haber mantenido relaciones con un primo de su marido que habria orquestado el asesinato de este. Ella habia negado hasta ahora los cargos en su contra. Todo parece indicar que esta confesión, como en otras ocasiones, se ha obtenido mediante tortura. Su caso saltó a los medios de comunicación gracias a su abogado sobre el que pesa una orden de busca y captura y que ha pedido asilo político en Noruega.

El poder de las voces
(Marina Nemat)

Cuando era una adolescente, entre 1982 y 1984, fui presa política en la Prisión de Evin de Teherán. Me torturaron y me violaron y vi sufrir a mis amigos y morir a muchos de ellos. ¡Se destruyeron y perdieron tantas vidas jóvenes e inocentes! Pero el mundo siguió, como si no hubiera pasado nada. Nos sentíamos abandonados y olvidados en Evin.
La mañana del jueves 25 de marzo de 2010, un precioso día soleado, estaba en el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, contemplando una estrecha carretera encajonada entre dos filas de edificios de dos pisos de ladrillo rojo. A diferencia de los endebles barracones de madera que había visto en otros campos, estos edificios estaban bien construidos y parecían bastante sólidos. Había muchos autobuses turísticos aparcados en el estacionamiento y turistas de todas las edades y nacionalidades por todas partes. Yo iba en un viaje organizado por el Centro de Estudios del Holocausto Amigos de Simon Wiesenthal. Los pájaros cantaban bajo el pálido sol y en mis auriculares sonaba la voz clara de nuestra joven guía, Anna, inteligente y profesional; pero yo no estaba escuchando. Los ladrillos de Auschwitz eran casi del mismo color que los de Evin. Me acerqué y los toqué y mis ojos se llenaron de lágrimas. Acabábamos de ver pilas de miles de zapatos de las víctimas de Auschwitz, y recordé que en Evin los guardias se habían llevado mis zapatillas deportivas Puma, blancas y rojas, y me habían dado unas zapatillas de caucho. ¿Dónde estaban mis zapatos y los de mis amigos encarcelados? ¿Los habían destruido? Entramos en un barracón y vi una luminosa sala de tamaño medio con una mesa de madera en el centro y algunas sillas alrededor de ella. Anna explicó que esta sala se usaba para juicios arbitrarios y que la mayoría de los prisioneros juzgados aquí habían sido condenados a muerte y ejecutados en el patio situado detrás del edificio. En la Prisión de Evin, el juez de la shari’a que me había condenado a muerte se sentó probablemente en una sala parecida y bebió té mientras dictaba los fallos. Mi supervivencia fue un milagro, pero no todos tuvieron la misma suerte que yo.
Las prisiones políticas de Irán, incluida Evin, siguen funcionando a pleno rendimiento. En Irán se tortura y se ejecuta a personas todos los días. Cuando ocurren atrocidades, quienes guardan silencio y no hablan o actúan contra el mal se convierten en sus cómplices. No podemos permitirnos el lujo de esperar a que los gobiernos traigan un cambio real. Yo creo en el poder de la persona. Cada uno de nosotros podemos convertir el mundo en un lugar mejor, aunque sólo sea dando un pequeño paso cada vez. Podemos crear una onda expansiva que se extienda y termine convirtiéndose en un tsunami.
Sakineh Mohammadi e Ashtiani ha sido condenada a muerte en Irán. Hay muchas otras personas que, como ella, se consumen en celdas como tumbas, quizá esperando una muerte dolorosa. No están solas ni han sido olvidadas. Aunque no sepamos todos sus nombres, estamos con ellas. No creo en la violencia, pero sí creo en el poder de las voces que se unen para convertirse en una sola voz. Hagamos oír nuestras voces.

Marina Nemat es autora de “La prisionera de Teherán”. En septiembre se publicará su segundo libro autobiográfico, “After Tehran”.

http://www.es.amnesty.org/actua/acciones/iran-lapidacion-mujer/




domingo, 15 de agosto de 2010

HISTORIA DE UN LETRERO

Estamos en el mundo donde la comunicación es el cuarto poder, bueno en realidad yo creo que el primero. Este video nos demuestra que hasta para vender la desgracia no es igual una manera que otra. Con un buen marketing, cambia la respuesta de la gente ante el mismo hecho. ¿Lo comprobamos?


domingo, 8 de agosto de 2010

3 DE JUNIO DE 1992, ELLA SILENCIO AL MUNDO ¿ALGO CAMBIÓ?

Hace 18 años, Severn saltó a nuestras pantallas de TV con una defensa, mezcla de ingenuidad y firmeza, del medio ambiente. Por desgracia logró que le escucharan en un silencio sepulcral, pero no logró que las potencias mundiales pasarán a la acción. Hoy seguimos siendo víctimas del lucro descontrolado de los menos en contra de los más, seguimos viendo como los intereses económicos priman por encima de los intereses generales, seguimos viendo la desigualdad y la aniquilación del espacio vital de los pueblos indígenas, seguimos viendo como nuestros animales son exterminados,...hoy sus palabras recobran actualidad, porque seguimos persiguiendo la destrucción de nuestro hábitat. ¿Destruiríamos nuestra vivienda tras pagar la hipoteca? Imagino que diríamos que ¡no! ¡que locura!. Pues, estamos destruyendo la casa común, también la nuestra, y nunca llegaremos a pagar lo que se nos ha regalado.


Severn Cullis-Suzuki nació y se crió en Vancouver, Canadá. A los ocho años (mientras asistía a la escuela primaria) fundó la Organización Infantil del Medio Ambiente (Environmental Children's Organization - ECO), un grupo de niños dedicados a enseñar a otros jóvenes diversos temas sobre medio ambiente. En 1992, a la edad de 13 años, Suzuki-Cullis recaudó dinero con los miembros de la ECO para asistir a la Cumbre de Medio Ambiente y Desarrollo "The Earth Summit", celebrada por la ONU en Río de Janeiro. Junto con los miembros del grupo (Michelle Quigg, Vanessa Suttie y Morgan Geisler), Cullis-Suzuki presentó en dicha conferencia, ante los representantes de la ONU, un discurso conteniendo cuestiones ambientales desde la perspectiva de los jóvenes, donde luego de su lectura por ella misma fue aplaudida. En 1993 fue reconocida en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente “Global 500 Roll of Honour”. En 1993, Doubleday publicó su libro Decirle al mundo, 32 páginas de medidas ambientales para las familias. En 2001 se graduó en la Universidad de Yale con una Licenciatura en Ecología y Biología Evolutiva. En 2003 se inscribió en un curso de postgrado en la Universidad de Victoria para estudiar Etnobotánica con Nancy Turner.

martes, 3 de agosto de 2010

LA BB16 Y LOS TOREROS

Podría confundirse con una vacuna, un producto radioactivo, un nuevo asteroide,…con cualquier cosa. La “ BB16” a la que me refiero hoy, no deja de ser una forma de marketing sin duda pensada.
BB16 es un producto bioactivo en el cultivo del ajo, la banana,… fue una clase de acorazado de la marina norteamericana, pero hoy es una iniciativa. BB16, es la denominación de una página web para recoger firmas ante la venida del Papa a España. Así es, BB16 significa Bienvenido Benedicto XVI.
(Os dejo el enlace para que lo comprobéis personalmente:
http://bb16.org/)
En esta página se recoge una carta de bienvenida, donde los que la suscriben afirman: Que quieren “expresar públicamente su gratitud por su ejemplo, por su extraordinario Magisterio y por su incansable defensa de la dignidad humana y de los valores que necesita el mundo de hoy”.
“Sus permanentes enseñanzas al servicio del bien y de la verdad muestran una honda sensibilidad por los problemas a los que se enfrenta la humanidad en los comienzos del siglo XXI.”
“Y ante conductas indignas de algunos miembros de la Iglesia, que nos ofenden a todos, Benedicto XVI ha dado ejemplo de humildad y transparencia, exigiendo además, junto a la consiguiente reparación por la acción de la justicia, una honda purificación en la Iglesia.”
“La humanidad del Papa también se manifiesta en su permanente estímulo al compromiso social de la Iglesia, hoy igual que siempre, por ser la primera en ayudar a los más necesitados, a los rechazados de la sociedad: enfermos de SIDA, drogodependientes, presos, enfermos mentales y terminales, víctimas de la prostitución, menores abandonados y los millones de personas que viven en la pobreza en los países menos desarrollados.”
Hace un mes y medio, ya expuse lo que pensaba sobre el gasto desmesurado de esta visita
http://kbilbao.blogspot.com/2010/06/un-pescador-con-zapatitos-escarlatas.html
sólo me voy a reafirmar en ello, porque en otro post hablaré de lo que pienso del contenido de esta carta de bienvenida.
Hoy sólo voy a hacer referencia a los que la suscriben. Muchos de los que la suscriben eran esperados (Pueden ustedes verlo fácilmente, porque hasta el firmante 1.000 van por orden alfabético): lo más granado del PP, Intereconomia, la COPE, gente de la Universidad, la empresa, del ejército, algún deportista como Emilio Butragueño, Futbolista. Raúl González Blanco, Futbolista. Miguel Induráin, Ciclista. Fernando Morientes, Futbolista y Rafa Nadal, Tenista, pero, para mí, la nota de color la ponen algunos de los firmantes, ya que entre todo el elenco, llama la atención la presencia taurina: Miguel Báez Spínola “El Litri”, Manuel Jesús Cid Salas “El Cid”, Finito de Córdoba, Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea”, Pablo Hermoso de Mendoza, Rejoneador, Julián López “El Juli”, Santiago Martín “El Viti”, José Antonio Morante Camacho “Morante de la Puebla”, Antonio Domecq Domecq, Rejoneador, Luis Domecq Domecq, Rejoneador, Alvaro Domecq Romero, Rejoneador. Fundador de la Real Escuela de Arte Ecuestre de Jerez, David Fandila “El Fandi”, Enrique Ponce, Cayetano Rivera Ordóñez, Fran Rivera Ordóñez, o Curro Romero. Ya sé que tradicionalmente rezan antes de las corridas para que no les pille el toro, pero la verdad es que desconocía que la figura del Papa, tuviera tales fans. Quizás ahora tengan que rezar más para que además del toro no les pillen otras prohibiciones como la de Canarias y Cataluña y se queden en el paro. Igual sólo es eso.