martes, 14 de septiembre de 2010

AUNQUE ME LLAMEN TERRORISTA

Hace unos días, me encontré con una parlamentaria del grupo socialista . Tras las preguntas de cortesía habituales, me dijo:
“Kontxi, a ver si esta vez es posible”,
a lo que le contesté:”Ojala, pero todos tenemos que empujar”.
Y me respondió: “Es cierto”.
Conversación telegráfica, sin alusiones explícitas, donde ambas sabíamos de qué hablábamos, en un código evidente en un momento concreto.
Con este breve relato de un encuentro fortuito, sólo quiero dejar constancia de que entre los socialistas hay quienes desean ardientemente caminar por apoyar un proceso hacia la paz y quienes “calculan” matemáticamente qué interesa en términos de votos, puestos, poder,…
Yo, Kontxi Bilbao, de Ezker Batua, y miembro “durmiente” de Ahotsak, apoyé con mi presencia la rueda de prensa del día 4 de septiembre en Bilbao para llamar a la manifestación del día 11. No soy independentista, no soy abertzale, soy sólo vasca y de izquierdas, amante de mi tierra, de su cultura, de sus tradiciones y quiero creer que soy coherente con lo que he defendido en política los últimos 10 años.
En esa rueda de prensa, si bien es cierto como dice mi compañero Mikel Arana en su blog “la práctica totalidad de los firmantes eran defensores de las ideas independentistas,...” quiero dejar constancia de que algunas personas de Ezker Batua, entre las que me incluyo, y mi compañera en Ahotsak Ainhoa Aznarez, miembro del Partido Socialista de Navarra, Presidenta de Mujeres Progresistas de Navarra y Vicepresidenta de Mujeres Progresistas a nivel estatal, también apoyamos el acto.
¿Por qué?
Porque tanto el manifiesto que se presentó como la convocatoria de manifestación, giraban en torno a las siguientes premisas:
1. Superación de toda situación de excepción o de violencia. Detener todas las actuaciones que impliquen vulneración, limitación o negación de derechos, para llegar a un nuevo escenario de respeto de todos los derechos de todas las personas en el conjunto de Euskal Herria.
2. Garantía de ejercicio de los derechos civiles y políticos, derechos humanos, individuales y colectivos y en concreto:
• Derecho a la vida y a la libertad
• Presos vascos a Euskal Herria. Puesta en libertad de los que han cumplido su condena y de los enfermos.
• Detener de inmediato la incomunicación y la tortura.
• Libertad de expresión: todas las personas, todos los proyectos, todas las opciones.
• Legalización inmediata de partidos y organizaciones ilegalizadas, y consecuente desactivación de los procesamientos, juicios y sentencias correspondientes.
Y quienes nos sumamos, nunca vimos lo que dice la Audiencia Nacional, de que la manifestación del sábado en Bilbao convocada por Adierazi EH, tenía por objetivo: "apoyar la estrategia y justificar las acciones de la organización terrorista ETA".
No justifico la muerte, ninguna muerte, no justifico la tortura ninguna tortura, no justifico el extremismo ni el purismo, no justifico la ilegalición de ideas… y estoy verdaderamente harta de que defender cualquier cosa en la que puedas coincidir con las gentes de la izquierda abertzale me transforme automáticamente en terrorista.
Esas generalizaciones a las que nos tiene acostumbrado el Gobierno de turno, no dejan de ser una enorme equivocación. Sin embargo, está claro que en muchos sitios la propaganda retrograda, tremendista, alarmista, rancia, extremista,…vende. Y lo triste es que gentes que se dicen de izquierda la compren sin preguntarse nada más (con esto me refiero a los miles de militantes y votantes socialistas de verdad, que tragan con ruedas de molino). De la derecha, para que hablar. A la derecha le ha venido de perlas cada uno de los atentados de ETA, para enardecer a las masas, para lograr extremismos y para ocultar políticas corruptas y antisociales.
Muchos políticos y políticas, dicen lo que creen que su electorado quiere oír, de ahí que no se diga lo mismo en donde se gobierna que donde se es oposición, por ejemplo. Y por ello algunos denunciamos que PP y PSOE no son alternativa uno del otro sino alternancia en la ocupación del sillón. Eso si que es perverso, pero es una perversión asumida con normalidad por una ciudadanía que terminará afirmando como los argentinos: “No elegimos lo mejor, elegimos lo menos malo”
Terminaré diciendo algo en lo que creo, y es que puede que nos volvamos a equivocar pero, debemos volver a poner nuestro esfuerzo en sumar fuerzas si hay un atisbo de lograr la paz. Aunque me llamen terrorista, quiero seguir arriesgando.

1 comentario:

Joselu dijo...

Contestaba a un comentario en mi blog y leyéndote pienso que vale bastante de lo escrito para comentar el tuyo.
Me enfrentaba con desgana y cansancio al nuevo comunicado de ETA igual que me enfrentaba al trabajo después de las vacaciones. “ No me apetece nada pero tengo que hacerlo”. Esta vez, a diferencia de las anteriores, sin ganas y sin ilusión.
Mi deseo, el deseo de todos, también de la sociedad vasca, es conseguir la paz, así que no queda más remedio que valorar y entender como muy positivo y un paso adelante en lo racional, el último comunicado de ETA.
Esto es así. ¿Porqué?.
-Hace tiempo que no te parto la cara. De momento te dejo que juegues en el patio. Paro de zurrarte. ¿Cómo lo ves?
En lo humano
Porque de entrada todas las personas, independientemente de sus ocupaciones (guardias civiles, militares, ertzainas, políticos, periodistas, empresarios, jubilados, cocineros, funcionarios, catedráticos, jueces, sus esposas, los escoltas de todos ellos, sus hijos, niños y gentes anónimas que pasaban por ahí …) y que están en el punto de mira de la organización terrorista, van a poder respirar tranquilos e intentar recuperar algo de la libertad que esta situación les tiene negada, como pasear al perro, ir a comer un pintxo o jugar una partida de cartas en el bar de debajo de su casa, por decir algo. Nadie tendrá que arrastrarse bajo su coche para antes de arrancarlo a diario, asegurarse de que no hay una bomba y pueda llevar a sus hijos al colegio.
-Podemos jugar en el patio sin que el matón nos pegue.
En lo político
Además, más allá del “digoloqemedicenquediga” mediático que corea, tal que un loro amaestrado, que TODO es fruto de la presión policial y judicial que se cierne sobre estos asesinos, hay que reconocer la labor y el cambio de postura en las bases de la izquierda abertzale que parece haberse convencido después de 50 años y casi 900 muertos de un lado y más de 200 del otro que es necesario desenmarañar la cuerda a la que se agarran para poder hacer nudos que sujeten sus deseos (y el mío) de una Euskadi libre, de ciudadanos libres y solo posible en paz plasmada en la “Declaración de Iruña” donde se manifiesta, por fin, en público lo que desde hace mucho se hablaba en privado. Permeable ahora a la presión internacional buscan acuerdos con otros partidos políticos. Se pliegan, al parecer, a la política.
Bien. Ya era hora.
-Oye, tú. El patio es mío.
Hago un esfuerzo. Sigo.
Un escenario en el que ETA se aparta y cede el testigo a la izquierda abertzale que toma la iniciativa, abre las puertas a la normalización del espectro político devolviendo su presencia en las urnas y recomponiendo un perfil de reparto de poderes en instituciones, ayuntamientos, parlamento y gobierno más acorde con la realidad social que tenemos, quedando todo el mundo representado y contento.
-Habla con nosotros, que a este se la va la mano a la mínima.
-¿Con vosotros que le reíais las gracias y le aplaudíais cuando me hostiaba?
-Venga, en serio. Este patio es nuestro.
Y para terminar, antes cansado y ahora más, la actitud de quienes se empeñan en no dar una oportunidad a la paz, incapaces de reconocer nada de esto, ninguneando toda pizca de ilusión y negándose a preguntar “¿porqué dices que el patio es vuestro? “ Y solo siendo capaces de contestar “De eso nada. Este patio es mío y además te hago burla cuando te das la vuelta”.
El “apartheid” o la caída del muro de Berlín te decía el otro día, pero también la Paz en Irlanda. Parecía imposible. Y mira.
A pesar de unos y de otros, ETA va a desaparecer. Lo vamos a ver. No hay derecho a que nuestros hijos vayan a la playa en medio de estos sonidos. Hemos de ser la última generación inmersa en este conflicto.
Lo vamos a ser.
-Este patio es tuyo, pero también mío. Aquí podemos jugar los dos ¿no crees?
-Con el tiempo, en este patio nuestros hijos jugarán juntos.
-¿Amigos?