jueves, 19 de mayo de 2011

PRESUMIR O RACIONALIZAR EL GASTO

Un día hablando con un familiar arquitecto, le explicaba cómo me gustaban las puertas correderas de grandes ventanales para las terrazas, se sonrió y me dijo: ¡Ya! Pero es preciso tener en cuenta más cosas. ¿Más cosas? Y me respondió: Tú puedes tener el dinero para poner unas puertas acristaladas impresionantes, pero puedes no tenerlo para sufragar los costes de mantenimiento que te producen esas puertas, y continuo “cuando haces un proyecto tienes que conjugar los diseños con las posibilidades de mantenimiento”. Me explicó que cuando un cliente le pedía determinadas cosas para un diseño de una chalet, por ejemplo, él le planteaba también lo que económicamente le iba a suponer el día a día en gasto de calefacción, electricidad,…etc.

Aplicando este planteamiento al Gobierno de Vitoria, no significa que esté rechazando crear las infraestructuras que necesita una ciudad que pretende encarar el nuevo milenio con modernidad, pero sí que hay que hacerlo, sobre todo, contemplando medidas de sostenibilidad ambiental, social y económica.

No basta, por tanto, con hacer algo bonito, como no basta con tener un presupuesto para pagar su construcción. Porque no se trata de diseñar una infraestructura bonita, moderna o interesante y que en el mejor de los casos tengamos dinero para sufragarla sin hipotecarnos, que no es el caso del BAI Center en nuestra ciudad, sino de dónde se sacará el dinero para mantenerla.

Crear infraestructuras faraónicas para mayor gloria del alcalde de turno, en este caso es el Sr. Lazcoz, pero antes fueron otros, es cuando menos de una petulancia increíble sino  se tiene en cuenta lo que nos va a costar a largo plazo. Debemos plantearnos no sólo si su construcción es necesaria y conveniente para la ciudad, sino también si su mantenimiento es factible.

Vuelvo a reiterar que los gobiernos de turno, municipales, forales o autonómicos no hacen “dinerito” por las noches, porque, todos sabemos que son nuestro impuestos los que pagan esas “chucherías” que algunos políticos venden como si las hubieran pagado ellos de sus bolsillos.

Por último, señalar que, a todos y todas, nos gusta pasearnos por nuestra ciudad con esos amigos o familiares venidos de fuera y enseñarles lo que tenemos y que ellos se queden admirados de nuestra supuesta calidad de vida, pero la pregunta es, si Vitoria-Gasteiz fuera tu casa, ¿harías una obra impresionante, incluso endeudándote y pasando luego apuros para pagar los recibos de su mantenimiento, sólo por presumir? Según como respondas tendrás una pista de a quién debes votar en estas próximas elecciones.

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