jueves, 10 de junio de 2010

¡¡¡VÁYANSE A HACER PUÑETAS!!!.- (OTRA DE FUNCIONARIOS)


En ABC, el 12 de Febrero por M.Martín Ferrans publicaba: "Dictadura del funcionariado"
YORGOS Papandreu, de los Papandreu socialistas de toda la vida, le ha prometido a la Unión Europea un drástico plan de austeridad para Grecia. Angela Merkel y Nicolas Sarkozy -la Europa que prospera- se han apresurado a encabezar una operación, más benéfica que beatífica, que ayude a la salvación de un Estado que, por ser parte del euro, a todos conviene su estabilidad. Es muy posible que si Papandreu padre, Andreas, no hubiera derivado hacia el socialismo durante su largo exilio en los EE.UU., y hubiera vuelto a Atenas para fundar una versión liberal de su PASOK (Movimiento Socialista Panhelénico) la historia griega de estos últimos treinta años hubiera sido muy distinta e, incluso, hubiera podido superar con holgura la mala herencia que, germinada por el fascismo de Metaxas, se asentó en el país tras su colaboracionismo nazi tras la II Gran Guerra; pero la libertad, especialmente en sus expresiones políticas y económicas, resulta incómoda incluso en la tierra en la que el hombre aprendió a pensar y en la que se fundamenta la raíz europea.
Naturalmente, los primeros en reaccionar contra las medidas de austeridad proclamadas por Papandreu han sido los funcionarios, esa casta que tiende a esclerotizar al Viejo Continente y que, con más derechos que obligaciones, se ha adueñado de la propiedad de su puesto de trabajo, al que incluso considera hereditario, y pretende vivir sin la incertidumbre que acompaña a los ciudadanos que, con sus impuestos, les retribuyen y mantienen. El sector público helénico no está dispuesto a soportar el veinte por ciento de rebaja salarial que, según los cálculos gubernamentales, resulta imprescindible para que el Estado pueda reducir su déficit y adelgazar su endeudamiento en los niveles que exige la eurozona. Es una de las grandes paradojas contemporáneas. Los llamados servidores públicos no quieren servir, pretenden ser servidos. Es una nueva revolución a la que habrán de enfrentarse, empujados por la crisis, los gobiernos continentales que han hecho bandera del Estado del bienestar y, con ello, de la dictadura del funcionariado. Aquí, en España, ha dicho Elena Salgado que «no está previsto tocar el sueldo de los funcionarios» y, al tiempo, anuncia la vicepresidenta que tendremos «protagonismo» en la ayuda a Grecia. Habrá que preguntarle a Salgado, como a la chica del cuplé de Olga Ramos: «¿De dónde saca pa tanto como destaca?».
Posteriormente, el 13 de Mayo , El Mundo publicaba un artículo de un tal Salvador Sostres, que también voy a incorporar en versión íntegra.
"América que nos salvó en Normandía y en Bosnia nos ha salvado ahora, aunque sólo sea simbólicamente de los funcionarios, y gracias a la charla que el líder del mundo libre le dio a Zapatero el martes por la tarde, ayer por la mañana anunciaba Zapatero que no sólo congelaba el sueldo de los funcionarios sino que lo rebajaba un 5 por ciento. Es poco, pero es algo.
El aparato del Estado, con todas sus ramificaciones, es lo más siniestro, lo más opuesto a la libertad. Y por supuesto, resulta un cáncer para la economía que no sólo recorta sino que mata su crecimiento. Estamos rodeados de funcionarios altos, medios y bajos, de burócratas, de ministerios que no sirven para nada, de cargos de confianza y de extraños personajes que todo lo tienen extraño menos el sueldo que cobran, que lo pagamos nosotros. La cosa pública es una plaga.
Los americanos, pese a todas sus limitaciones y a todos sus matices, y pese a que Obama es un pobre socialdemócrata, lo entienden mejor que nadie.
Ayer Zapatero anunció que recortaba un 5 por ciento el sueldo de los funcionarios. Algún día no tendrá más remedio que rebajarlo hasta un 15 por ciento y reducir en no menos de un 40 por ciento la plantilla de funcionarios que hoy hay en España. Se acabó que paguen trabajadores por gandules, se acabó este despilfarro. Alemania está harta de pagar y ya no se siente culpable.
Que el colegio público deje paso a la escuela concertada y no hace falta que los maestros sean funcionarios. Una medida entre tantas.
Queridos funcionarios, vuestra hora ha llegado. Y no inspiráis ninguna lástima.
Estos funcionarios que cuando les ha convenido se han llenado la boca de discursos solidarios y que han sido incapaces, durante todo este tiempo de crisis, de tener un solo gesto, un solo detalle de ternura con tanta gente que, a diferencia de ellos, no tienen el trabajo asegurado y lo han perdido. He visto a los funcionarios reclamar no se cuantas cosas y quejarse por todo. Nunca les he visto siendo generosos. Que este recorte -del que me alegro tanto- les haga reflexionar un poco"

Por último quiero añadir, no mi respuesta, sino la de otra funcionaria de la junta de Andalucía, más expresiva que yo sin ninguna duda:
Sr. Martín Ferrand son muchos ya los comentarios despectivos y miserables que se están lanzando contra los funcionarios, esa casta, como usted los llama de la que yo formo parte. Pero es precisamente su artículo de opinión, por venir de quien viene, todo un profesional del periodismo, al que yo, sinceramente creía, objetivo y sensato, el que me ha encendido sobremanera y no quiero pasar por alto mi oportunidad de respuesta porque no ha podido ser más subjetivo, más insensato y sobre todo, más erróneo en sus planteamientos contra nuestra "casta".
En primer lugar, ni yo ni ninguno de los muchos compañeros a los que trato nos sentimos ni tenemos porqué sentirnos servidores de nadie, y mucho menos queremos ser servidos. Le aclaro que en mi declaración a Hacienda no consta que sea servidora de nadie, sino una empleada por cuenta ajena; en este caso, mi empresa es la Junta de Andalucía, a la que accedí por cierto tras unas duras oposiciones y que tras, 25 años de servicio como Administrativa (es decir 8 trienios), teniendo un complemento de exclusividad que me obliga a trabajar, como mínimo, 110 horas más al año que al personal que no lo tiene y gestionando un Negociado, cobro 1.500 EUR, de los cuales usted se cree muy dueño de rebajar un 20%.
Comenta que por la crisis es el funcionariado el que tiene que ver disminuidos sus ingresos, ¿por qué?, ¿es que en épocas de "vacas gordas" el Gobierno hace conmigo reparto de beneficios? ¿Está usted quizás dispuesto a darme algo de sus ingresos cuando éstos sobrepasen lo que habitualmente cobra? ¿Está dispuesto acaso a hacerlo algún profesional "libre" de este país?
Le pongo un ejemplo muy concreto. Un vecino de mi bloque, trabajador de la construcción, tan discreto en ingresos como yo hasta el "boom" urbanístico, ha podido invertir y comprar 2 pisos más en Sevilla capital. Es cierto, ahora está en paro y yo y toda mi casta hemos contribuido a que pueda cobrar el subsidio de desempleo, porcentaje que pagamos todos los meses aunque a nosotros no nos haga falta, pues jamás lo cobraremos. Además, usted pretende rebajar mi sueldo un 20% para "repartir" con él y muchos como él que ahora no les va bien. ¿Hablaría usted para que me cediera uno de sus pisos y así dejar la hipoteca del único pisito que poseo y que me está quitando el sueño? Los dos creemos que él no estaría dispuesto, ¿verdad?. Pues yo tampoco a darle un 20% de mi sueldo. Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña a otros ciudadanos. Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas oposiciones. Por tanto, si yo he aspirado a "ganar poco y vivir tranquila" es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni considero mi puesto hereditario. Mis hijos se lo tendrán que currar y posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o sencilla como quiera llamarlo. Y es en este punto donde más me enciendo, ¿con qué derecho se cree para proclamar a los cuatro vientos que mis dos hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven? Ah!.., y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que eso no es así en todas las profesiones, pues hay mucha "economía sumergida"). Por lo tanto no intente "calentarle" el ánimo a nadie con el hecho de que son los ciudadanos quienes con sus impuestos me retribuyen, nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado. Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante para el país que el de su profesión, por ejemplo. Si no escribe un día un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la Sanidad, la Enseñanza, los Cuerpos de Seguridad... no acudieran a su trabajo... ¿qué ocurriría? En fin, Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo. Yo lo suscribo por entero, y, en lo que se refiere a la Sanidad, diré (y hace mucho que quiero decirlo): Llame Ud. a un fontanero, o a un electricista, por ejemplo, un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada (y relato dos casos auténticos ocurridos con esos dos profesionales)

¿Cree que acudirá alguno a su domicilio? - ¿Cuanto cree que le cobrará? ¿Le hará factura o le tendrá que pagar en cash? además de tener que darle las gracias, aunque al día siguiente fallen las reparaciones.
Yo se lo digo: Después de llamar a los de la Compañía de Seguros de su domicilio, no irá nadie. Al día siguiente, tampoco. El primer día laborable se presentará uno que le facilitara el portero de su finca. Le dirá que, si quiere que repare la avería, le tiene que pagar en mano (creo que a eso se le llama dinero negro). Estarán en su casa: uno 7 minutos y el otro 14 minutos. Le cobrarán: uno 80 EUR por 7 minutos y otro 93 EURITOS por 14 minutos. ¡¡¡ No está mal !!!
(Por cierto al electricista se le tuvieron hasta que prestar las herramientas)
Ahora le diré que pasaría si Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada se diera una fenomenal torta con su coche (Dios no quiera) después de venir de una fiesta de esas a las que sólo pueden ir los que tienen sus ingresos (aunque, la verdad, ustedes siempre suelen ir de gorra a esos saraos, cosa que no nos ocurre a ningún funcionario):
Acudirán la policía y los Servicios de Emergencia (todos ellos funcionarios que tienen la suerte de trabajar ese día).
Le llevarán a las urgencias de un Hospital Público (donde se le admitirá aunque Ud. no tenga cartilla de la Seg.Social )
Le atenderán celadores, administrativ@s, auxiliares de enfermería, enfermer@s, divers@s técnic@s, médic@s, etc... (todos ellos funcionarios que también tienen la suerte de trabajar ese día).
Pongamos que sufre un traumatismo craneo-encefálico (repito: Dios no quiera).
Se le llevará a un quirófano ya preparado y bien limpio (también entran en esta función l@s limpiador@s que también tienen la suerte de trabajar ese día)
Se le intervendrá durante varias horas esa misma noche (no el día siguiente o el otro).
¿Sabe cuánto cobrará por hora el que más cobrará (en este caso los médicos y neurocirujanos)? - Alrededor de 15 Euros netos. El resto se lo lleva Hacienda (aquí no vale lo del dinero negro) Imagínese lo que cobrarán los demás... ¿Sabe qué ocurrirá si la operación no es de su agrado? Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) nos demandará.
Iremos todos a los Tribunales y tendremos muchos problemas.
¿Sabe qué ocurre si uno de sus artículos, o la reparación, no es de nuestro agrado? ¡¡¡ NADA !!! Entonces, Sr. Martín Ferrand, ¿sigue opinando que se nos debe bajar un 20 %nuestras retribuciones? Si es así, a Ud., y a los que piensan como Ud., sólo tengo que decirles:
¡¡¡ Váyanse a hacer puñetas !!!
  • Viñeta de territorio Vergara

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