lunes, 21 de junio de 2010

SACALE EL JUGO A UN BUEN REVOLCÓN (con video)

Ayer fui a la peluquería, necesitaba hacer desaparecer esas estúpidas raíces que se empeñan una y otra vez en recordarme que debajo de lo que se ve, hay otra cosa: canas.
La peluquería y la consulta del dentista -en otras consultas médicas no las hay- son los dos lugares donde yo ojeo las revistas esas llamadas del corazón, o rosas, o lo que sea. Además, a mi no me importa que sean números anteriores, porque para mi son todas nuevas.
Vaya por delante que no juzgo a quienes las compran y leen, cada cual se entretiene con lo que le da la gana, pero lo que si me cuestiono es nuestra cultura crítica. Vamos, eso que creo que se les “olvidó”, intencionadamente, enseñarnos.
Leo sin pestañear las crónicas de cierta gente y alucino, primero porque me parecen surrealistas y segundo por que sé que es verdad. ¿Cómo puede ser? Siendo.
Miren, estamos en crisis ¿verdad? Ya, pues cualquiera sale a prensa diciendo que los funcionarios son una “casta“ y que hay que ir a por ellos con mayor saña aún… y los jubilados, preferible que la palmasen de una vez que así sería más barato, los niños mejor que no nazcan total para dar la lata, los países empobrecidos que se vayan a la mierda, y los inmigrantes que se ahoguen de una vez y que no lleguen a ninguna costa, que luego les tenemos que ver por TV con una manta sobre los hombros, pero ¿alguien se mete con los del famoseo? ¿Alguien cuestiona sus supersueldos?
Debo reconocer que para mí un fenómeno es el de Belén Esteban, 100.000 euros mensuales, (1,2 millones de euros anuales, ahí es nada) frente a los 7.665,2 del Presidente Zapatero.
Lo que está claro, es que si se los pagan es porque su presencia reporta eso y más  beneficios a la cadena televisiva, y si reporta esos beneficios es porque tiene audiencia y la audiencia, no son los marcianos, son ciudadanos y ciudadanas que se ponen frente al TV, para aprender y disfrutar de las tertulias en las que la Esteban participa, donde hace gala de su preparación y su buen hacer.
Cuando preguntas a alguien quién es Belén Esteban, después de mirarte como si fueras extraterrestre, y te contestan, “si mujer, la que tuvo una hija -la Andreita-, con Jesulín”. Esa fue su licenciatura “cum laude”, luego los masters los ha ido haciendo aquí y allá, en líos con unos y con otros, que ya una vez  introducida, con un poco de cara no es difícil ir escalando puestos. Más o menos, como en cualquier trabajo por cuenta ajena.
Hoy le he oído quejarse, diciendo que con ella se pueden meter (por 100.000 euros al mes podemos meternos con ella), pero con su familia que ni se nos ocurra. Bueno, parece que habrá que pagarle más si se nos ocurre salirnos de la línea.
La realidad de nuestra sociedad es así de paradójica. Son cientos de miles de “mileuristas”, los que encumbran a alguien como Belén Esteban para que ella sea “cienmileurista”. Lo que sí es cierto, es que su espontaneidad y sus salidas de tono, son mucho más entretenidas que un debate en toda regla, y sin dudarlo hay  gente que le mira con admiración, como diciendo “mira hasta dónde ha llegado y era una de las de abajo, sin títulos ni de nobleza, ni académicos”. Pero es bien triste que en esta sociedad un revolcón con la persona indicada pueda abrirte las puertas de la fama y te dé tanto dinero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No es tanto el revolcón como el salir en la tele y decir las verdades del barquero. Eso lo hace de maravilla, no se corta un pelo, dice todo lo que le sale por la boca, sin pasar filtro alguno. La gente se identifica con eso, porque ya no se para para hablar con la vecina, y esta mujer habla su mismo lenguaje. No es un fenómeno tan complejo, expone su vida al escrutinio público sin cortapisas, la gente entra en su vida como en la de sus seres más cercanos. Si esto le reporta a ella 100.000 euros al mes, otros lo hacen por menos dinero.

Eso es más divertido que oír hablar de ETA, de la reforma laboral o de la corrupción política.
La caja tonta se ha encontrado perfectamente cómoda reflejando el "marujeo", una forma de relacionarse como otra cualquiera.

Esto es lo que hay y así luego te convencen de que el blanco es negro y el negro blanco.

NaNas BoBas que se cuentas a las niñas de blondos cabellos, de blancas sábanas para ayudarlar...
y crecen y así son mujeres que les cantas a sus niñas NaNas BoBas para atontarlas...