viernes, 28 de mayo de 2010

ESTE ES EL DISCURSO QUE AYER HIZO LA IZQUIERDA. LA QUE SIGUE LUCHANDO.

(Madrid, 27 de mayo 2010).- Señora vicepresidenta del Gobierno, señor presidente del Gobierno, Izquierda Unida e Iniciativa per Catalunya van a votar que ‘no’ en favor de los trabajadores, en favor de los ciudadanos y también en favor de la izquierda y de la política; de la política con mayúsculas, porque este decreto es la plasmación de un ataque especulativo, de un golpe antidemocrático contra el Estado social europeo y porque este decreto plasma la renuncia del Partido Socialista y del Gobierno a sacarnos de la crisis de manera justa.
La propuesta del Gobierno que hoy tenemos encima de la mesa es una propuesta impuesta; impuesta por los mercados financieros, que primero atacaron la estabilidad del euro, más tarde atacaron a la propia Unión Europea y ahora imponen el diktat de la política económica junto con el Fondo Monetario Internacional. Los mismos actores que empobrecieron hace décadas América Latina quieren ahora empobrecer el sur de Europa, señorías.
Pero, además, el Gobierno nos presenta un ‘decretazo’ antisocial. Pasaron los tiempos del ajuste compasivo y de los ‘diálogos de Zurbano’ y hemos entrado directamente en los tiempos del ‘derechazo’. Señorías, la propuesta que ponen encima de la mesa significa que los más débiles: los trabajadores, los pensionistas, los funcionarios, los países en vías de desarrollo, todos ellos, pagarán el grueso de la crisis y los que han provocado la crisis, los banqueros, las principales rentas de este país, no comprometerán ni siquiera un ápice para sacarnos de la crisis; si acaso, alguna medida cosmética para salvar la imagen de izquierdas del Partido Socialista y del Gobierno. Esa es la verdadera naturaleza de las medidas que hoy nos traen aquí.
Y eso, señora vicepresidenta, no es lo peor. Lo peor es que estas medidas van a profundizar la crisis y son el punto de partida o, mejor dicho, el punto sin retorno para mayor crisis económica, mayor desafección de los ciudadanos, mayor confrontación social.
Comienzan ustedes con estas medidas el camino prácticamente irreversible hacia la movilización social y la huelga general, porque estas medidas van a profundizar la crisis. Son añadir crisis a la crisis, desempleo al desempleo, falta de ingresos a la falta de ingresos, nuevo problema de deuda y de déficit y nuevas medidas aún más duras de recorte. Ese es el camino que ustedes han iniciado y que terminará -sin necesidad de tener gran olfato político- en una reforma impuesta, que terminará en la reforma financiera que pide el Fondo Monetario Internacional y que terminará, seguramente también, en una reforma de las pensiones, porque la medida adoptada no es otra cosa que el sacrificio de las pensiones a los que quieren entrar en los fondos privados de pensiones y especular con ellos.
Señorías, hay otro camino; hay una alternativa. No estamos condenados entre la cura de adelgazamiento de los menos fuertes del Gobierno y la cura de hambre del Partido Popular. No estamos condenados entre el Partido Socialista y el Partido Popular, podemos tener una alternativa. A nosotros no nos obsesiona el presidente del Gobierno, no nos obsesiona el Gobierno, nos obsesiona la prioridad, que no es el déficit público, es el desempleo. Y para ello proponemos una reforma fiscal que nos permita tener ingresos -ingresos que el Gobierno va a sacar de los bolsillos de los de abajo- de forma justa, de tal forma que podamos llegar a un acuerdo social y a un acuerdo político para repartir las cargas y los beneficios y salir juntos de la crisis.
Señorías, en estos momentos parece que van a sacar adelante este decreto, y parece que por la mínima, pero las victorias pírricas, sobre todo cuando se hacen con las ideas del adversario, son, señorías, las derrotas más amargas. Menos mal que nos quedan los trabajadores, los ciudadanos y la izquierda, que mantendrán unos valores de los cuales ustedes hoy abjuran, hoy renuncian y hoy de alguna manera acaban en este decreto que, en nuestra opinión, debe rechazarse no solamente por parte de la izquierda, sino también en favor de la democracia, en favor de la política, porque no está en riesgo únicamente la salida de la crisis, sino que está en riesgo el propio prestigio de la política. Si los mercados se salen con la suya, si imponen la política económica a los Estados y a la democracia, poco va a quedar y poca calidad democrática vamos a tener. Muchas gracias.


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